Jack Jurgens's Ministry Library

Ministry and gospel recordings

Conference 2023 – 05 (Spanish)

Ministry from Jonathan Seed in Spanish Saturday afternoon.

[0:01] Leamos en Josué, capítulo número uno, Josué uno, y quiero hablar acerca de la persona de Josué.
Inicialmente, íbamos a predicar dos veces, pero creo que tuvieron misericordia de su, servidor para predicar solamente una vez.
Entonces Josué, capítulo número uno, es donde tomaremos el pasaje para pasar los comentarios, y la exhortación al pueblo de Dios en esta tarde. en Josué capítulo 1 y quiero leer desde el versículo número 1.

[0:30] Dice lo siguiente Aconteció después de la muerte de Moisés, siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué, hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo Mi siervo Moisés ha muerto.
Ahora, pues, levántate y pasa de este Jordán tú y todo este pueblo a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pise la planta de vuestro pie, desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates. Toda la tierra de los Eteos hasta el gran mar donde se pone el sol será, vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te desampararé.
Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra que juré a tus padres que les daría.
Solamente esfuércate y sé muy valiente para cuidar de ser conforme a toda la ley que mi, siervo Moisés te mandó. No te partes de ella, ni a la diestra, ni a la siniestra, para que seas prosperado en, todas las cosas que emprendas.
Que no sea parte de tu boca este libro de la ley, sino de qué día y noche.

[1:40] Que de día y de noche has de meditar en él para que guardes y hagas conforme todo lo que en él está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas.
Y Josué mandó a los oficiales del pueblo diciendo pasad por en medio del campamento y mandada al pueblo, diciendo Preparaos comida.

[2:11] Porque dentro de tres días pasaréis el cordón para entrar a poseer la tierra que Jehová, vuestro Dios, os da en posesión.
Y pedimos que el Señor bendiga la lectura de su palabra.
Los principios de la conquista que leemos en el libro de Josué.
Primeramente vemos una preparación del hombre de Dios.
Josué fue preparado para hacer esta obra y de hecho vamos a hablar acerca de esto en unos momentos más adelante, al hermano Caín nos va a hablar acerca de la obra de los ancianos en la asamblea y la preparación de los hermanos para poder hacer esta obra.
Así también Josué fue preparado una audiencia con Dios que él recibió para que Dios le instruyera para que Dios lo preparara, para que él tuviera la palabra de Dios debajo de sus pies, para que él fuera bien establecido en lo que Dios dice, en lo que Dios dijo, en lo que Dios hizo, en lo que Dios hará, y por lo tanto Josué fue preparado como hombre de Dios.
Pero vemos en segundo lugar en el libro de Josué la prioridad de la palabra de Dios, porque no solamente vemos una preparación de un hombre de Dios, sino una prioridad de la palabra. imposible.

[3:19] Que el pueblo de Israel cruzara y entrara a la tierra de Canaán sin que ellos estuvieran basados en la palabra de Dios, sin que ellos entendieran lo que era la palabra de Dios.
Preparado el hombre, la prioridad de la palabra. Y también tenemos la preparación de otros hombres, porque no fue una obra que él hizo a solas.
Esto no fue una obra que Josué hizo con su fuerza y con su inteligencia, con la sabiduría humana que él poseía, sino que Josué entró por la palabra de Dios que le había dado y con la comunidad de Dios que estaba a su alrededor, con todos los hombres y hermanos y también las hermanas que estaban allí con él para ayudarlo a entrar. No lo hizo solo, sino que necesitaba de sus hermanos. Vimos un poco de eso en Hebreos.
También no exhortados cada uno cada día. Debemos exhortar a nuestros hermanos porque los necesitamos.
Tal como Josué entró con sus hermanos, nosotros tenemos que conquistar o tenemos que avanzar, ir a la madurez, a la vida espiritual, junto con nuestros hermanos.
Fijamos que observamos que fueron dos espías, pero dos espías que fueron preparados.

[4:27] No dos espías que fueron escogidos de la nada.
A ver, a ver si hay uno por allá, ese sí, el güero y el morenito.
Ah, bien, muy bien. Véngase para acá y vamos a ver si ustedes pueden entrar a la tierra.
No fue así nada más al azar, no algo ambiguo, sino que los escogió porque los había preparado.
Y esa es parte de la obra. En la asamblea tenemos que preparar a nuestros hermanos para que nuestros hermanos nos ayuden en la obra.
No podemos esperar varios años para ver si quizás algunos hermanos van a estar preparados, sino que tenemos que hacer el esfuerzo de preparar a los hermanos para que ellos estén listos para ayudarnos.

[5:07] Dos espías y fueron. Muy interesante hablando de los dos espías y a ver cuánto tiempo nos nos da para alcanzar, para a ver cuánto podemos ver. Pero en cuanto a esos dos espías, ¿alguna vez habían pensado que Josué pudo haber ido él solo? O sea, ya lo hizo, ¿no? Él ya había entrado. Número 14.
Él ya había entrado. Él vio los muros de Jericó. Él sabía cómo era la gente, cómo era el pueblo, pueblo, cómo era la fuerza de ellos, las armas que tenían, los recursos que tenían, etcétera.
Él ya sabía todo. Él había ido. Él fue fiel. Él regresó. Él quiso entrar. Los demás no quisieron, pero Josué sí quiso. Y él pudo haber dicho, pues yo voy solo. Pues por qué usar a esos jóvenes, Yo lo puedo hacer.

[5:53] Sin embargo, él escogió a dos espías, estos dos jóvenes para que le ayudaran a hacer una obra que él pudo haber hecho, pero que él quiso dejar para los demás, dejar para otros hermanos, para que, ellos funcionaran, para que ellos pudieran servir de esta manera y no siempre y solamente Josué.
Parte de la obra de un líder en la asamblea de Dios, de un líder en la familia, de un líder en en todos los aspectos de la vida, parte del trabajo es preparar a los demás.
No es para que seamos una estrella solitaria. No es que nosotros tengamos toda la gloria y toda la hondra, para que nos vean todos a nosotros mismos, para que estemos enfrente de los demás, sino es para atraer a los demás, para ayudar a los demás, para preparar a los demás, para ayudarnos y para poder entrar para el beneficio de toda la asamblea, el beneficio de todos los hermanos.
Él preparó a dos espías más. Vemos que él usó sacerdotes rápidamente.
No puedo mencionar todo, pero usó sacerdotes que llegaron. Y ya sabemos la historia muy familiar para todos, muy conocido para todos aquí.
Hombres de cada tribu que llegaron para usar las piedras o traer las piedras. Una conmemoración.
La conmemoración que fue tan importante en el Antiguo Testamento.
Él preparó a otros hermanos. No lo hizo solo él, pero también preparó al pueblo.

[7:17] Algo interesante del cruce del cordón es que para poder ir adelante, para poder avanzar, tenía que ir hacia atrás.
Para poder cruzar el río, tenía que ir hacia atrás. ¿A qué me refiero?
Vemos en el libro que ellos tenían que ser circuncidados.

[7:38] Y después, posteriormente, tenían que celebrar la Pascua. Creo que Josué entendía muy bien un principio que es explicado a profundo, no a detalle en el Nuevo Testamento.
El hecho de estar crucificado con el Señor Jesucristo, con la carne crucificada, el viejo hombre que ha sido crucificado, y después nosotros resucitados para andar en novedad de vida.
¿no? Romanos capítulo seis.
Y esto vemos en figura. Tenemos Josué que dice no podemos avanzar en el desierto.
El pueblo de Dios estaba viviendo sin obedecer a la voluntad de Dios.
No fueron circuncidados esta segunda generación. De hecho, solo leemos acerca de Moisés y sus hijos que fueron circuncidados antes de entrar al desierto, antes de salvar al pueblo.

[8:28] Pero después nadie es circuncidado. Es más, no celebraron la Pascua, lo celebraron en Egipto, obviamente.
Pero cuando salieron y entraron después, eso también leemos en números, deberían de haber celebrado la Pascua, pero no lo hicieron. No celebraron ni una de las fiestas que Dios les había dado en el libro de Levítico. Y dice Josué, tenemos que regresar, porque todo, si vamos a hacer esta obra, tenemos que regresar a las bases, a la base y hacerlo bien. Querido hermano, así es en la vida cristiana también. Tenemos que regresar. Este lugar Gilgal o Gilgal, ese lugar donde ellos regresaron y fueron circuncidados y así también los otros. Tenemos que regresar al momento cuando el viejo hombre fue crucificado y uno dice, pero ya sucedió, ya se hizo, ya fui crucificado, ya fui circuncidado en ese sentido. ¿Por qué regresar? Es tan interesante que el pueblo de Dios, en, aquel entonces ellos regresaron a Gilgal, repetidas veces.

[9:25] Cada vez que fueron para conquistar otro pueblo, otra ciudad, regresaron a Gilgal para prepararse de nuevo, para pensar de nuevo en qué es lo que iban a hacer.
Así también en la vida cristiana, hermanos, tenemos que regresar a la cruz.
Es interesante que en Primero de Corintios, qué es lo que hace el apóstol Pablo para instruir a la asamblea?
Pues él no inicia con la resurrección. Él no inicia hablando de todos los problemas que tenían en aquella asamblea.
Capítulo 5, capítulo 7, capítulo 11, capítulo 12 al 14, todos los problemas del desorden que había en la asamblea, el desorden que había en diferentes relaciones en la asamblea, el desorden que había en cuanto a la fornicación, capítulo número 5, pero él no habla de aquellos problemas primeramente, primordialmente, sino que regresa en capítulo 1 a la cruz del Calvario para.

[10:16] Que vieran, para que reconocieran, para que regresaran y para que ellos se dieran, cuenta una vez más que Cristo murió por nosotros, pero yo también morí con Cristo.
Hálatas, capítulo número 2.
Ya lo vivo yo. Ya no vivo yo.
Más. Ustedes ya saben cómo termina, no? Más vive Cristo en mí. Ya no vivo yo.
Más vive Cristo en mí. Hay que regresar, hermanos.
En la vida cristiana hay que regresar con regularidad, a la cruz del Calvario, al lugar donde fuimos crucificados para poder avanzar a la madurez espiritual.
La Pascua también.
No hay tiempo para hablar de esto, pero es interesante ver que fueron circuncidados y celebraron la Pascua.
Fueron crucificados y se acordaron de la redención que Dios había hecho por ellos.
No hay tiempo para entrar en esos detalles. La preparación del pueblo, la preparación de otros hombres, la prioridad de la palabra de Dios, la preparación del hombre de Dios.
Si tenemos número cinco, también el pueblo ya preparado.

[11:23] El pueblo ya preparado pudo avanzar. Hermanos, no debemos entrar a la batalla.
Debemos tener mucho cuidado en cuanto a las tribulaciones y en cuanto a las pruebas que Dios pone en nuestras vidas.
Debemos tener mucho cuidado de estar preparados antes de entrar, preparados antes de batallar.
Ellos fueron preparados, circuncidados, celebraron la Pascua, recibieron la instrucción.
Josué mandó, envió a varios siervos para que fueran e instruyeran a todo el pueblo de Dios y preparados.
Preparados, ahora pudieron entrar a la tierra, cruzar ese río, entrar hasta los montes donde estaban los cananeos, o los de Jericó, perdón. Y que no esas siete veces que rodearon los muros de la ciudad de Jericó, ellos conquistaron. ¿Qué sucedió después? Como suele suceder en la vida cristiana, en el momento de conquista, justo en el momento de la victoria, viene.

[12:23] Satanás para atacar. Ha sido así en su experiencia también, justo en esos momentos cuando todo va bien, viento en popa. Estamos con la familia y la relación con la esposa, todo bien, relación con los hijos, el trabajo, una chulada, como decimos en México, no sé si así en sus países. Pero bueno, todo bien, todo bien, perfecto. Y de repente viene algo. ¿Y eso de dónde vino?

[12:54] ¿Por qué me manda esta prueba en este momento, cuando todo iba bien?
Y ahora lo va a arruinar a todo lo que está.
El pueblo de Dios, justo en el momento de la victoria, justo después, perdón, ellos fueron corrompidos.

[13:11] Más adelante leemos en el libro acerca de, pues acerca de la ciudad de Ai y este señor llamado Akan.
Y él entra a la ciudad de Ai y él quita cosas. No, pues Josué les había dicho, no pueden entrar, no pueden quitar, bueno, pueden entrar, no pueden sacar ciertas cosas. Y si lo sacan van a ser los juzgados.
No pasa nada.
Él entra, lo quita, lo oculta, lo esconde. Y Dios ve todo.
Y no hay ninguna cosa que se pueda esconder delante de los ojos de Jehová.
Y él lo vio. Josué hizo la investigación interesante en la investigación, nada más de pasada, que en la investigación, Akan no fue un voluntario. Voluntariamente no se ofreció al inicio. Se han dado cuenta de que fueron por todas las tribus y por todas las secciones del pueblo de Dios hasta que finalmente llegan a la familia de Akan y llegan a Akan. Ah, tú fuiste. Ah, ¿por qué no nos dijiste? Hubiéramos ahorrado mucho tiempo, no, no lo digo. Fue encontrado, fue tratado, fue juzgado, y fueron limpiados y avanzaron.

[14:30] Hermanos, esto no es una acusación a ninguna persona aquí, pero lo que yo he observado en mi vida muchas veces, en la vida cristiana, si hay pecado oculto, no hay avance. Si tenemos esos de vez en cuando aquellos hábitos, no que digo hábitos que muchas veces son pecados, como esos pecados favoritos. Pues nadie se da cuenta. Pues nadie sabe. Yo lo hago a solas, a escondidas en mi casa, en el closet, etc. No, pues no pasa nada. Puedo seguir haciéndolo.
Una de esas cositas que hacíamos quizás antes de la salvación y después de la salvación, está todavía. Muchas veces la mente va a las cosas más obvias, a la fornicación o al adulterio o la borrachera o ese tipo de cosas. Esos pecados que son obvios, son horribles, son pecados que no deben estar en nuestras vidas absolutamente. Pero que de aquellos pecados también mencionados en Gálatas capítulo 5? Hay que leer versículos 16 al 26, toda esa sección. Que de esos pecados? Quizás no tan famosos. Si me puede acompañar, quiero Galatas capítulo 5, nada más quiero mencionar algunos rápidamente antes de terminar.

[15:54] Gálatas capítulo número cinco versículo dieciséis dice lo siguiente.
Bueno, voy a leer de 16 en adelante.
Galatians 5 16 para el que sigue, no puede hablar español, Galatians 5 16, Galatas 5 16.
Digo, pues andada en el espíritu.
Y no satisfagáis los deseos de la carne. Ah, pero ¿cuáles son esos?
Pues dice, esas son las obras de la carne. No se llaman, no se llama fruto, las obras de la carne, no es fruto de la carne. Dice el deseo de la carne es contra el espíritu y del espíritu es contra la carne y estos se oponen entre sí para que no hagáis lo que querríais. Pero si sois guiados por el espíritu, no estáis bajo la ley. Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Los cuales son? Ahí vienen los obvios, no? Adulterio, supuesto. Fornicación, absolutamente no. Inmundicia, lascivia, sí, sí. Idolatría, no. Hechicería, no, no. Hermanos, no, no hay que ser hechiceros, etc. Claro. Enemistades.

[17:05] Oh. Estamos llegando a algo más común, ¿no? Es la misma lista. La misma lista del adulterio.
Misma lista de la fornicación. Enemistades. Bueno, está bien tener una enemistad entre hermanos, ¿no? Ese hermano no me gusta. No me cae bien. Pleitos. Es uno que otro. Un pleito que otro. Está bien. Es mi carácter. Es mi personalidad. Así somos. Mi familia.
Siempre hemos sido de esa forma. Así hablamos. Muy fuerte con los hermanos. Pleitos. Celos.
Ah, pues aquellos hermanos, ellos, como que les están dando mucho a ellos, ¿no?
Y a nosotros, ¿no? O como que ellos tienen muchas oportunidades y nosotros, ¿no?
O como que ellos tienen muchos recursos y nosotros, ¿no? O aquella hermana, ella tiene todos los servicios o ella puede participar en todas las cosas de la asamblea y nunca me preguntan a mí.
O aquel hermano siempre le preguntan o le piden hablar o predicar y nunca me piden a mí. CELOS.

[18:10] Explosiones de ira, contiendas, divisiones, sectarismos. Ah, pues aquel predicador, ese sí.
Oh, sí, ese es de los míos, ese predicador es de los buenos.
Él es el que cree esto, es el que cree aquello.
Él es el que dice que se viste de esta manera y no se viste de la otra.
Y él es el que dice X, Y, Z. Y bueno, él es de los míos. Ese es el bueno.
Apolos, Pablo, Cefas, Cristo. Yo soy de Pablo, yo soy de Apolos, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo.
Primero, otra vez, la misma actitud, la misma mentalidad de aquellos corintios que estaban mal.

[18:50] Explosiones de ira, contiendas, divisiones, sectarismos, envidias.
Y ahora regresa otra vez.
Es como un sándwich. Regresa otra vez a los más pesados homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas, acerca de las cuales os amonesto que ya os lo he hecho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Oh sí, no, no, la primera parte de la lista, muy bien, no, no, fornicación, claro que no, adulterio, no, no, yo amo a mi esposa, yo tengo ojos solamente para ella. Al final, borracheras, yo no he tocado la botella en 30 años y ni me da ganas de tocarlo, homicidios, etcétera. No, yo tengo problemas con aquellas cosas. Lo que está en medio, bueno, podemos leerlo muy rápido, como leerlo…
Brincamos a los demás. Esos son los que evito. Hermanos, hay que confesar.

[19:41] Hay que confesar. Cuando estas cosas los vemos en la vida, de repente sale ese celo, de repente esa enemistad, de repente ese pleito, de repente esas explosiones de ira, la contienda, la división.
Cuando sale, pues yo no quiero andar bien con aquel hermano.
Me ofendió. No quiero perdonarlo.
Aunque dice Mateo 18, que si tu hermano te ofendiera, ve a él, tú y él a solas y repréndele tú y él a solas.
No, no, yo ni quiero hablar con él. No, no, hermanos, hay que confesar esos pecados, son pecados, son obras de la carne, no viene del Espíritu Santo.
Y cuando hay ese pecado en la vida, no hay avance, no hay el deseo, no hay el anhelo de seguir al Señor, el anhelo de leer la palabra, el anhelo, el deseo de orar, el deseo de seguir y avanzar y madurar.
En la vida cristiana, sino que quedamos estancados.
Como vimos en Hebreos capítulo número tres, hermanos, hay que confesar tal como Acán fue juzgado.
Gracias a Dios que primero el Corintios 5 no dice que tenemos que ser apedreados.
Acán fue apedreado y su familia también.

[20:50] No, no, en el día de la gracia hay la opción de disciplina en ciertos casos cuando es necesario.
Pero hermano, sabe que algo que he notado acerca de hermanos que son fieles y son fieles hasta el final. Me he dado cuenta de algo. Son hermanos que obviamente no son disciplinados de la asamblea, pero creo que es porque se disciplinan ellos mismos. ¿Verdad?
Se disciplinan ellos mismos todos los días. Todos los días. Aquí hay una raya. No lo, voy a cruzar. Ciertos principios voy a guardarlos, voy a observar, voy a vivir y andar conforme el Espíritu Santo, no la carne, no voy a dejar que el pleito, que la enemistad, que la ira, que las contiene, que esto crece en mi corazón.
Sino que voy a entregarme completamente cada vez que lo veo, lo confieso y sigo adelante, así fue el pueblo de Dios.
Vieron el pecado, reconocieron el pecado, confesaron el pecado, pecado, juzgaron al pecado.

[21:53] Y continuaron en la vida cristiana, oh, qué bueno es confesar, qué bueno es para el corazón, qué bueno es para la mente psicológicamente, espiritualmente, qué bueno es cuando confesamos y continuamos y lo dejamos atrás.

[22:12] Atrás. El pecado de Acán atrás, confesado, tratado. El pueblo de Dios avanzando, avanzando, cambiando, transformados, más maduros, recibiendo la herencia que Dios les había dado, que Dios les había prometido, la preparación del pueblo, el pueblo preparado, el pueblo corrompido, pero también el pueblo corregido. Yo no sé cuánto tiempo tengo. Puedo continuar, pero háganlo así. Si ya quieren que termine, pueden hacerle así. Ya me voy a sentarme. Pero un punto más acerca de Josué. Se me hace muy interesante. La última cosa que voy a mencionar, quizás en otra ocasión, su confianza, la confianza de Josué. Una de las cosas más maravillosas de Josué es su confianza en la palabra de Dios. Es muy semejante a Josué. Hablamos de Éxodo 3 y cómo va de la mano con hebreos.
Encaja muy bien en el mensaje del hermano con toda la pístola.
Pues aquí también vemos que Josué, de hecho, encaja muy bien con la pístola a los efecios y también Josué.
Como ya saben, hermanos, Josué es una figura de nuestro capitán, el señor Jesucristo.
El señor Jesucristo fue fuerte y él fue valiente.

[23:26] Él tuvo confianza. Él descansaba en la palabra de Dios. Dios le llamó.
Dios le dio su palabra. Cristo obedeció la palabra y Cristo terminó su carrera aquí en la tierra.
Llegó hasta el final.
Ha resucitado, ha ascendido, sentado a la diestra de la majestad y muy pronto regresa para nosotros. Y así también Josué.
Vemos que aquí él tiene mucha confianza y uno dice ¿Por qué tiene tanta confianza? Josué.

[23:53] Ha de venir de una de esas familias grandes, esas familias buenas.
¡Ha de ser muy inteligente, Josué!
¡Ha de tener mucha experiencia en la vida, Josué! ¡Ha de tener mucho dinero, Josué!
Él tuvo todas las oportunidades y todos los recursos y por eso, no, no, dice la palabra aquí en capítulo número uno, sé fuerte y valiente.

[24:23] ¿Cómo?
Con la palabra de Dios. de Dios. Una comparación a estas tareas. Pueden buscarlo en otra ocasión.
Primera de Samuel, capítulo 13, el versículo número 7.

[24:38] No tienen que buscarlo ahorita, pero es su tarea. Pueden buscarlo en otra ocasión.
¿Quién es? ¿Dónde estaba y qué hizo?
¿Quién es? ¿Dónde estaba y qué hizo? Primera de Samuel, capítulo 13, versículo 7. Es su tarea, pero vemos lo opuesto, completamente lo opuesto de aquel hombre, en primera de Samuel. Lo opuesto lo vemos en la vida de Josué.
Crucificado en Gilgal, había celebrado la Pascua, entró y confiando no en sus habilidades, sino fuerte en la palabra de Dios.
Se me hace tan interesante que Josué fue un líder, el capitán del ejército, y él es el que tenía que planear y las estrategias y todo lo todo lo que se tiene que hacer cuando uno va a ir a la guerra y Josué toma el tiempo para leer la palabra en la mañana y en la noche, de día y de noche, de día y de noche, leyendo y leyendo, estudiando, gozando, meditando, absorbiendo, saturada la mente y por lo tanto Josué pudo ir y pudo conquistar por la palabra que estaba en la mente y en el corazón.
Josué fue fuerte y fue valiente por la palabra de Dios y así también nosotros.
Número 14, Josué y Caleb, nadie más.

[26:00] Josué capítulo 1 y los siguientes capítulos, Josué, Caleb y todos los demás.

[26:10] Termino con eso. El COVID fue muy contagioso, ¿no? Pues también una buena actitud, y un buen ejemplo para nuestros hermanos también puede ser contagioso.
Inició a solas, el único, Pero con la nueva generación.
Él mostró el ejemplo, lo que conocemos ahora como la persona de Cristo y el ejemplo de Cristo, y mostró este ejemplo a todos los demás y lo siguieron.
Ese es nuestro líder.
A él sí podemos seguir.
A él sí podemos oír. A él sí. Este sí es uno a quien podemos tomar como un ejemplo y podamos ir detrás de él.
Que seamos esos hermanos para nuestros jóvenes, para los jóvenes de la asamblea, para nuestros hijos, hermanos, nuestras esposas, nuestros familiares, líderes como Josué, basados en la palabra de Dios, no las habilidades, enfocados en la meta que Dios pone por delante de nosotros.
El pecado quitado y avanzando para conquistar y recibir la herencia que Dios tiene para nosotros.
Que el Señor bendiga su palabra y nos ayude a vivir como Josué y como nuestro, gran capitán, nuestro salvador, el Señor Jesucristo.
Estamparemos.

Filed under: Conf Ministry, Conferences, ,

Podcast services

apple podcasts
google podcasts button

Archives

Categories

Copyright information

Copyright Jack Jurgens, some rights reserved.

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 International License.