Jack Jurgens's Ministry Library

Ministry and gospel recordings

Conference 2023 – 09 (Spanish)

Gospel in Spanish from Jonathan Seed.

[0:00] Primera de Timoteo, capítulo número uno, por favor. Versículo número quince, primera de Timoteo uno y quince.
Dos epístolas de Timoteo, la primera es donde leemos el versículo quince.
Una afirmación, un resumen de la vida del apóstol Pablo, de su interés en el evangelio, cómo es que él fue salvo, y cómo él anuncia que todo aquel que todos los todos ustedes también pueden ser salvos en esta misma noche.
Versículo número 15 de Primera de Timoteo dice lo siguiente Palabra fiel y digna.

[0:35] De ser recibida por todos que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales, yo soy el primero y pedimos que el Señor bendiga la lectura de su palabra.
Podemos dividir el versículo en tres partes diferentes. La primera parte habla el apóstol Pablo acerca de una palabra, una palabra fiel, una palabra digna de ser recibida.
Y primeramente es el anuncio que dice el apóstol para todo aquel, para todos los hombres.
Hay una palabra que merece nuestra atención. Es una palabra fiel, pero también es una palabra digna.
En segundo lugar, menciona el apóstol que también el núcleo, es decir, la esencia del mensaje es el hecho de que Cristo vino al mundo y el propósito por el cual él vino al mundo fue para salvar a los pecadores.
Él no vino para bautizar, Él no vino para ser un rey en este momento, Él no vino para ayudarnos a vivir, Él no vino para que transformáramos la vida, sino que Él vino exclusivamente en esta venida para salvar al hombre, para salvarnos del infierno, para salvarnos del pecado, y para salvarnos de manera individual.
En este mismo momento, en esta misma predicación, usted puede ser salvo por medio del Señor Jesucristo.
Finalmente, menciona el aposo la tercera categoría, la tercera sección del versículo.
Dice el aposo el Pablo que esto es para todos.

[2:04] Es parte de un argumento que él está haciendo en el capítulo.
Él quiere hablar acerca de el alcance del evangelio, cómo extiende a todos los hombres, cómo es que el evangelio llegó a la casa del aposo el Pablo y él quiere decir de los cuales de todos los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Llegaremos aquí al final.
Pero quiero pensar nada más unos momentos en esas palabras fiel y digna.
Dice el apóstol, la primera característica, el primer adjetivo que yo puedo usar acerca del mensaje que nosotros predicamos es la fidelidad.
Es un mensaje fiel y digna.
¿Es fiel el mensaje que viene de Dios?

[2:43] Nosotros escuchamos mensajes todos los días, si lee las noticias, usted, pues usted recibe el mensaje, ¿no?
Pues el noticiero dice que mañana va a llover, que en dos semanas viene un huracán, o el noticiero dice que alguien fue asesinado, que la economía está muy mal, y recibimos la palabra.
Aunque no conocemos a las personas, aunque no conocemos la dignidad o el carácter o la persona, de las personas que están dando las noticias, pero recibimos la palabra.
Dice el apóstol Pablo, hay una palabra que es más fiel que aquellas palabras.
Es una palabra, es un mensaje tan importante porque viene no de un noticiero, no viene de cualquier persona, no viene de alguien aquí o miembro de esta asamblea, sino que viene directamente de Dios.
Es fiel porque Dios es fiel.
La palabra de Dios, vemos la fidelidad de Dios.
Él da una promesa y él cumple la promesa.

[3:36] Y por lo tanto, en el Nuevo Testamento, cuando predicamos el Evangelio, pero estamos hablando del mensaje que Dios prometió.
Sabe que Dios sabía que Dios prometió a Abraham una herencia.
Y le dijo a Abraham y le dijo a su hijo y le dijo a su nieto Abraham, Isaac y Jacob que ellos tendrán una tierra, ellos tendrán parentela, ellos serán benditos.
Ellos tendrán una gran familia que va a cubrir toda la tierra.
Y qué es lo que ellos recibieron?
Pues la palabra de Dios nos muestra y podemos ver la evidencia de que ellos recibieron.

[4:07] El cumplimiento de la promesa que Dios dio. Dios prometió en el Antiguo Testamento que su hijo iba a venir para morir, para vivir una vida encarnado, tomar un cuerpo, llevar ese cuerpo al Calvario para ofrecerlo y para morir en lugar de nosotros, en lugar de los pecadores, para pagar por los pecados. Y ¿sabe lo que sucedió?
Ah, bueno, pues Dios lo prometió, pero no vino. Entonces ahora lo interpretamos de otra manera. Es una metáfora.
Es algo que podamos aplicar a la vida, pero de manera literal.
Dios no envió a su hijo. Así fue.
No, no, sino Dios envió, prometió su hijo y él envió a su hijo para venir y para morir de manera literal.
Tal como Dios prometió a su hijo, Dios cumplió al enviar a su hijo.
Y Cristo vino y tal como Dios lo dijo, él fue encargado.
Él a él sobre él fueron puestos los pecados.
Las iniquidades de todos los otros fueron puestos sobre él.
Sobre él cayó la justicia de Dios en aquella cruz, en aquellos momentos cuando Cristo murió.
Dios es fiel. Dios promete y Dios cumple. Dios dice y Dios cumple. Dios es fiel.
Y por lo tanto, querido amigo, podamos creer en este mensaje.

[5:25] Quizás otros no. Este sí. Otras personas van a fallarlos. Dios no. Yo puedo prometerle.
Puedo fallarle. Quizás varios. Dios no.
Cuando Dios dice palabra fiel es porque la palabra es fiel. Querido amigo, en esta noche usted pudiera creer en él, y por la fidelidad de Dios.
Usted puede saber a ciencia cierta.
Cristo murió por mí.
Mis pecados han sido perdonados. La salvación es mía y mía por toda la eternidad.
Porque Dios lo dijo, no porque yo lo dije, sino que Dios lo dijo y Dios es fiel.

[6:02] Dice que es una palabra fiel, pero también una palabra digna.
De nuevo, pensamos quizás en el noticiero aquí en los teléfonos.
Usamos teléfonos, teléfonos todos los días.
Mensajes vienen por medio del teléfono.
Y la pregunta que tenemos que hacer es, ¿es digno ¿El teléfono o digno estos aparatos y aplicaciones que nosotros usamos son dignos de mi atención?
La atención de nosotros es algo muy importante. Y todos los días hay personas queriendo agarrar, llamar nuestra atención. Hazme caso. Quiero decirte algo. Y tenemos que hacer una decisión todos los días, no cualquier persona que viene y nos dice, ah, le quiero hablar, le Le quiero comunicar un mensaje.
Ah, bueno, hacemos la decisión. Alguien viene y le quiere hablar acerca de darle dinero y usted dice, ah, bueno, ahorita no.
No es digno de mi tiempo en este momento. Diferentes situaciones que enfrentamos a lo largo del día.
Personas que son dignas y personas que no son dignas de nuestra atención.
De nuevo este mensaje, querido amigo, es digno de su atención.

[7:08] Si hay un mensaje en el mundo, si hay un mensaje en esta noche que es digno, que merece su atención en esta misma noche, es la preg… es el Evangelio.
El hecho de que Cristo vino para morir por nuestros pecados. Es fiel el mensaje.
Nunca terminará. Es decir, lo que Dios prometió siempre lo cumplirá. Nunca fallará.
Es digno, digno, digna el mensaje, digno de nuestra atención, digno de nuestras vidas, digno de nuestra fe y querido amigo, si nosotros podemos humillarnos y creer la palabra que Dios quiere comunicarnos. En esta noche podemos ser salvos. La segunda sección no es tanto la comunicación, comunicación en versículo 15 es fiel y es digno de ser recibido por todos, sino que ahora llega a la esencia de qué es el mensaje. Ya hablamos de la dignidad, la fidelidad del mensaje. Sí, pero qué es el mensaje exactamente?
Allá en México, no sé en sus países, pero en México encontramos personas todos los días y ellos tienen su propia versión del evangelio.
Una versión del evangelio es que nosotros tenemos que cambiarnos.

[8:23] Pues hay varias maneras de cambiarnos y aún usando la Biblia, usando la Biblia, ellos dicen pues con la Biblia yo veo que tengo que vivir una vida santa.
Ah, qué bueno. Sí, exactamente. Absolutamente.
La vida cristiana, es decir, una persona que es salva, Es una persona que debe vivir una vida santa.

[8:41] Pero cuando la Biblia habla acerca de la salvación, no habla de santidad, sabía.
Cuando la Biblia habla del perdón de los pecados, no habla de cambiarnos, no habla de transformarnos y unas personas.
Sí, sí, sí, sí, de acuerdo, de acuerdo.
Absolutamente. Sí, sí.
No, no, no podemos cambiarnos, no podemos transformarnos. Ah, pero usan otra palabra.
Pero sí tenemos que arrepentirnos.
Arrepentirnos del pecado. Creo que esta es una de las palabras más comunes cuando escucho a personas hablando acerca del Evangelio, arrepentimiento.

[9:18] Tengo que arrepentirme. Al arrepentirme, yo voy a estar bien delante si lo hago todos los días, si me arrepiento de mis pecados, si a lo largo de la vida yo muestro una vida de arrepentimiento.
Al final, si Dios es bueno y si Dios es fiel, él me va a dar entrada al cielo, me va a dar la salvación que yo merezco.
Por qué? Porque me arrepentí.
Sabía que la palabra de Dios jamás dice que la salvación viene por el arrepentimiento, viene por medio de la fe.
El evangelio no es arrepentimiento. Arrepentimiento es una reacción al evangelio.
Es una reacción a la EVA, no salva al individuo. Es una reacción al evangelio que vemos en la palabra de Dios.
Igual con la fe. La fe no salva al individuo, sino que por medio de la fe recibimos acceso a lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz del Calvario.
El arrepentimiento nos salva, la fe nos salva, Cristo salva.
El Evangelio es, según el versículo, Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores.

[10:34] Hace poco estaba hablando con una señora, se llama María, estaba en un centro de rehabilitación, son todos los detalles que les voy a dar, centro de rehabilitación, ella estaba recuperando de unas cosas que, vicios, etcétera, ese tipo de cosas, estábamos predicando allí un sábado y después de la predicación ella se me acercó y me dijo, yo quiero ser salva, quiero ser salva. Fue muy interesante su historia porque María, según ella, había servido en su iglesia por 15 años. Creo que fueron 15 hasta 20 años. Sirvió en una iglesia.
Y me dijo María, por tantos años yo he buscado el evangelio, yo he buscado la salvación, yo he servido en mi iglesia para poder darle, ofrecerle algo a Dios, por lo menos para ganar mi salvación y no siento paz.
Yo no siento que tengo la la salvación. Siento que algo hace falta en mi vida delante de Dios.

[11:37] Entonces empezamos a hablarle acerca del evangelio y fuimos a Hebreos, capítulo número nueve.
En Hebreos no tiene que buscarlo, pero en Hebreos, capítulo número nueve.
Hay unos versículos que hablan acerca de la vida o lo que hizo el Señor Jesucristo por nosotros para darnos la salvación.
Y le dije a María, María, ¿puede leer los versículos?
Y ella empezó a leer los versículos y ella dijo, bueno, el sumo sacerdote entra en el lugar santo cada año con la sangre de otros, más adelante.
Pero ahora una vez el fin del mundo, él ha aparecido para quitar el pecado por el sacrificio de sí mismo.
Yo le hice una pregunta, María.
Cómo se quita el pecado?
Y me dijo María. Pues como entregándonos, ¿no? Yo le dije a María, léelo otra vez.
Lo leo. Una vez en el fin del mundo, él ha aparecido para quitar el pecado por el sacrificio de sí mismo. María, ¿cómo se quita el pecado?
Bueno, ¿bautizándonos?

[12:42] Le di María, léelo otra vez y lo leo otra vez. Una vez en el fin del mundo, él ha aparecido para quitar el pecado, por el sacrificio de sí mismo y la tercera vez.
María, ¿cómo se quita el pecado?
Pues no sé, como asistiendo y ofrece mi vida, dar mi vida a Cristo, entregarme a Cristo.
Me dijo María, le lo otra vez.
Lo leyó una vez en el fin del mundo, él aparece para quitar el pecado.
Por el sacrificio de sí mismo, María.
Cómo se quita el pecado?
Y me dijo, ya me cayó el 20, ya me cayó el 20.
Se quita el pecado por el sacrificio de sí mismo. ¿Sí puede ver la diferencia?
Por el sacrificio de sí mismo, no por el arrepentimiento, no por su bautismo, no por su fe, incluso la fe no quita el pecado.

[13:51] El bautizarme no quita el pecado, o el apóstol Pablo ha de haber sido un muy mal predicador, porque dice en 1 Corintios 11, yo no he venido para bautizar, sino para predicar el evangelio.
Si el bautismo quita el pecado, el apóstol Pablo fue mal, falló en la encomendación que Dios le dio.
¿Qué es lo que quita el pecado? Le cayó el 20 a María, el sacrificio de sí mismo es lo que quita el pecado.
Momento cuando Dios cargó, puso sobre su hijo, cuando Cristo pagó por el pecado.
En aquella cruz, Cristo fue no para mostrarnos un ejemplo.
No para mostrarnos cómo vivir, aunque podemos aprender eso, no para mostrar, mostrarnos cuáles son las cosas que tenemos que hacer, sino que Cristo fue a la cruz.
Para que Dios le juzgara y le condenara a él mismo. Para que el pecado suyo y el pecado mío fuera puesto sobre él.
Por eso, según el Corintios 5, dice acerca del señor al que no conoció pecado.

[15:03] Dios lo hizo pecado al que no conoció pecado. Dios lo hizo pecado porque en ese momento Dios le trató a su hijo.
Dios trató al Señor Jesucristo como si él fuera el pecado, ni el pecador, el pecado mismo.
Dios le trató a su hijo como si él mismo fuera el pecado.
Un pecador en la cruz del Calvario y así murió. así sufrió para que usted, querido amigo, fuera liberado, para que usted fuera salvo, salvo de los pecados, salvo del infierno, perdonado de todo pecado.
Perdonado para siempre, perdonado en este mismo momento, si creen en el Señor Jesucristo.
Cristo Jesús vino al mundo, ¿para qué? ¿Para qué vino el Señor Jesucristo?
Vino para salvar y para salvar a los pecadores.

[16:01] La última parte del versículo nos aclara exactamente cómo es. ¿A quiénes? ¿Quiénes son los que pueden recibir esta salvación? Dice el final del versículo, 1 Timoteo 1, versículo número 15, dice, de los cuales yo soy. ¿De quién está hablando? De los de los cuales yo soy el primero.
Es parte del argumento del apóstol Pablo en la sección.
Él está hablando acerca de las personas que pueden ser salvas.
Él quiere enfatizar algo maravilloso. Es es una maravilla lo que dicen este en este estos versículos, porque él él está argumentando que él es el peor de todos los pecadores del mundo.
Pero hay un este es el argumento, este es el razonamiento del apóstol Pablo. Escucha muy bien.
Ok, ¿están escuchando?
Pablo dice, de los cuales yo soy el peor.
El argumento del apóstol Pablo es este, porque más adelante él dice, para ser un ejemplo para todos los demás, que creerán en el Señor Jesucristo.
El ejemplo o el razonamiento es lo siguiente.
Si yo puedo ser salvo.

[17:19] Si yo puedo ser salvo y yo soy el peor, cualquier persona puede ser salvo.

[17:29] Si yo puedo ser salvo, cualquier persona puede ser salva. No hay excepción.
Querido amigo, no hay una persona en esta audiencia, o en esta ciudad, o en este mundo que está fuera de la gracia de Dios.
Qué puede decir? Oh, pero yo no lo merezco. Yo soy muy pecador.
Yo soy demasiado pecador.
Yo he hecho esto, he hecho aquello. Yo he rechazado. Yo hemos querido amigo en esta noche.
Si el apóstol Pablo es el peor y él fue salvo, usted también.
Usted también puede ser salvo, dice el apóstol Pablo. Para resumir el mensaje, es un mensaje fiel.
Es un mensaje digno de ser recibida por todos los hombres. Cualquier hombre, todo aquel que quiera hoy puede ser salvo en esta misma predicación.
Dice que el Evangelio es que Cristo vino al mundo, no lo que yo doy, sino lo que Cristo dio, no lo que yo ofrezco, lo que Cristo ofreció.
Él, su sacrificio, su muerte en la cruz, eso quita mi pecado.
Y al creer en Él, recibo el perdón.

[18:36] Al creer en Él, soy salvo. Una vez y para siempre.
Jamás cambiará, porque Dios nunca cambia. La salvación en esta noche depende de la muerte, muerte de Cristo, pero se recibe al, momento de descansar y de creer en Él.
Querido amigo, en esta noche sea sabio y sea salvo para el perdón de sus pecados.

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